“Log Amistad No. 19”
En mi hoja “debida” como le digo a mi hoja de vida dice que me considero caminante del Universo y en mi paso por ésta tierra llegué un 16 de Octubre a la ciudad de Bogotá, así que soy Bogotano. En éste caminar encontré dos joyas filosóficas que el Universo puso delante de mí y que las tomé para así, poder avanzar en busca de mi verdad, con moralidad, concentración y sabiduría adquirida en el transcurrir del tiempo, aprendida en los libros, con mis Maestros y en mi experiencia misma. Esas dos joyas son la Masonería y las Artes Marciales. |
En la segunda soy Sifú Cinturón Negro Tercer Dan internacional, varias veces medalla de oro en campeonatos Nacionales y actualmente Campeón Medallas de Oro, Plata y Bronce en distintas modalidades en el Campeonato Mundial de Wushu, Kung Fu, Tai-Chi Chuan; en la ciudad de Jiaosuo, China provincia de Henan.
En mi caminar Masónico y en mi trayectoria Marcial, encuentro una similitud al insistir en clases a mis alumnos de Wushu, Kung Fu, Tai-Chi Chuan, que la vida es un permanente combate en cualquier escenario y en cualquier momento que la miremos y que un movimiento mal hecho puede ser decisivo.
El combate en las Artes Marciales es contra uno mismo, para vencer todas las imperfecciones que surgen en el movimiento y hacerlo parte del carácter de cada uno. En la Masonería el combate también es contra uno mismo, para vencer las imperfecciones, tallar la piedra bruta y formar su carácter.
Así también Un buen Masón, como un buen practicante de Artes Marciales, debe conocer a fondo todo aquello que lo lleve a tener una buena enseñanza, en la Masonería está dado por los símbolos, las ceremonias y las alegorías que caracterizan a la Orden.
En las Artes Marciales, se conocen los símbolos representados en saludos, formas y movimientos. Ceremonias que en el transcurso de cada grado recibido se hacen más difíciles y más exigentes tanto para la práctica como para el practicante, en su manera de comportamiento como Arte Marcialista y en alegorías que consisten en representar en abstracto un combate a la hora de su práctica.
Controlar el cuerpo y la mente es algo necesario en las dos filosofías, ya que sin una mente sana en ninguno de los dos caminos seríamos capaces de adaptarnos al presente viviéndolo momento a momento y hacerle frente a las influencias y presiones que el medio ejerce sobre nosotros como Masones.
En cuanto a las Artes Marciales estar presente momento a momento es indispensable tanto para el crecimiento espiritual que da la práctica, como en el momento de la misma.
Los Masones y los practicantes marciales debemos tener un sentido de humildad, lealtad, honor, gratitud, valor, amistad y respeto entre muchas otras virtudes; para que su ejemplo y modo de vida sean la primera muestra para las personas que nos rodean.
Un maestro Masón y un Sifú Marcial deben enseñar con el buen ejemplo.
La venganza, el odio, o el deseo de dañar a otros muestran poca virtud en el camino de la Masonería y en el camino Marcial.
La verdadera virtud en estos dos caminos está en saber trazarlos correctamente para caminarlos y tallar esa piedra bruta filosófica que siempre hallaremos en el caminar por la vida Masónica o Marcial acción que en estas Artes se aclara cuando incluye la relación personal de cada uno de nosotros dentro de la sociedad, introspección, especulación simbólica, educación en las propias actividades, relación social, interiorización de valores, unificación de valores, posición ideológica, crecimiento personal y sobre todo los dos caminos paralelos tienen lo más esencial de la Masonería y del Arte Marcial, el Autoestudio.