Pido la Palabra…

Por Enrique Gastelbon
A:.M:. Resp:.Log:. Estrella del Combeima No. 7

Obra de teatro en la que los personajes principales, somos nosotros mismos

En días pasados, tuve la oportunidad de coordinar una mini obra de teatro, dirigida a los miembros de una comunidad muy hermosa, a la cual pertenezco. El titulo de la obra fue: ¡PIDO LA PALABRA!; allí, se representaron algunos personajes típicos y característicos, que actúan en la mayoría de reuniones tanto de tipo empresarial, como social y familiar.

¿Qué rol desempeña Usted en el teatro de la vida?

Dichos personajes fueron entre otros: El que habla de todo y de todos, exaltando permanentemente su ego; el crítico resentido, que expresa reiteradamente su inconformidad contra otras personas, principios o instituciones; el fanático religioso, que considera sus creencias espirituales, como el único camino de regreso a Dios y sólo habla de ello, pretendiendo convencer a los demás; el consejero, que siempre le dice a los demás, lo que deben hacer y el equilibrado, que habla de su propia experiencia y transmite alegría, fortaleza y esperanza.

Al escribir el guión, me concentré en analizar y describir cada papel, pensando en algunas personas que me reflejaban las conductas que quería resaltar. Cuando terminé y después de leer y releer la obra, comprendí que los personajes que había descrito, hacen parte de mi mismo; los he representado y los represento en la mayoría de mis actos.

Entendí la gran responsabilidad que tengo con los demás, cuando PIDO LA PALABRA. Cuánto daño he causado criticando, maldiciendo, insultando, menospreciando, convenciendo y exaltando mi ego. Que poco tiempo he dedicado a agradecerles a todos ustedes QQ:.HH:. lo que han representado para mí; son seres maravillosos, que me han enseñado lo que es la amistad, la comprensión, la perseverancia, el valor y la sinceridad. G:.A:.D:.U:.; te pido solo por hoy, ser más agradecido y amoroso con todos ustedes.