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Después de verificar varias definiciones, incluidas religiosas, la defino como la capacidad orgánica del cerebro para captar y procesar información. La inteligencia es la capacidad de relacionar conocimientos que poseemos para resolver una determinada situación. Si indagamos un poco en la etimología de la propia palabra encontramos en su origen latino inteligere, compuesta de intus (entre) y legere (escoger). Por lo que podemos deducir que ser inteligente es saber elegir la mejor opción entre las que se nos brinda para resolver un problema.
“La conciencia (del latín conscientia 'conocimiento compartido', pero diferente de consciencia, ser conscientes de ello) se define en general como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno, se refiere a la moral o bien a la recepción normal de los estímulos del interior y el exterior. "Conscientĭa" significa, literalmente, "con conocimiento" (del latín cum scientĭa). En la especie Homo sapiens, la conciencia implica varios procesos cognitivos interrelacionados.
Conciencia se refiere al saber de sí mismo, al conocimiento que el “espíritu” (las comillas son mías) humano tiene de su propia existencia, estados o actos. Conciencia se aplica a lo ético, a los juicios sobre el bien y el mal de nuestras acciones. Una persona cloroformizada recobra la conciencia al cesar los efectos del anestésico. Una persona "de conciencia recta" no comete actos socialmente reprobables.” De todas las definiciones anteriores, la conciencia, es la que nos diferencia de los demás
seres animales y de las cosas. Y en cada persona la diferencia de las demás pues esa función de la mente es interna propia y silenciosa para los demás.
La mente
Es el nombre más común del fenómeno emergente que es responsable del entendimiento, la capacidad de crear pensamientos, el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad, y otras habilidades cognitivas. Es la facultad del cerebro que permite reunir información, razonar y extraer conclusiones.
La mente tiene tres tipos de procesos: los conscientes, los inconscientes y los de procesos. También abarca funciones no intelectuales, funciones afectivas. Estudios de laboratorio sugieren la idea de que la mente es un resultado de la actividad del cerebro, por poder localizar la actividad pensante del individuo en regiones concretas, tales como el hipocampo. Los neurólogos confirman que, al interaccionar las diferentes regiones, el individuo puede manifestar estados polarizados de su personalidad. Gracias a estos descubrimientos se ha podido avanzar en psicofarmacología, por ejemplo en los denominados antidepresivos, con resultados muy alentadores.
Como objeto de estudio, la mente ha sido tratada por la psicología desde sus inicios, y su conceptualización está presente en casi todas las teorías psicológicas.
El corazón
Antiguamente se le asigno al corazón funciones similares a las del cerebro, pues se decía por ejemplo que el amor surgía de él, entre otras sensaciones. Luego la ciencia lo puso en su lugar como un musculo que bombea sangre. A pesar de esto culturas, religiones, grupos alquímicos o iniciáticos como el Rosacrucismo y la misma Masonería, le siguen dando un lugar preponderante pues se asegura que es en el donde se acumulan las energías sublimadas. Al respecto valdría tener en cuenta la revolucionaria Física Cuántica y entre varios libros y películas, La Matriz de la Vida en donde entre otras afirmaciones se asegura que en el mismo corazón tenemos un agujero negro, el cual en la ciencia y la astronomía es donde la física deja de ser física.
La Sabiduría
La sabiduría es la habilidad desarrollada a través de la experiencia, la iluminación, y la reflexión para discernir la verdad y el ejercicio del buen juicio. Muchas veces está conceptualizada como un desarrollo avanzado del sentido común. La mayoría de los sicólogos y sicoanalistas se refieren a la sabiduría como un concepto distinto de las habilidades cognitivas medidas a través de pruebas de inteligencia. La sabiduría tampoco se puede enseñar, sino que se desarrolla fundamentalmente a través de la experiencia, y en la práctica está asociada con la virtud de la prudencia. De esta forma se la asocia con personas que llevan una larga vida. Es así como la sabiduría es considerada tanto por la cultura, la filosofía (de hecho viene de "filo", que es amigo o buscador, y "Sofía", que en griego es sabiduría) y la religión como una virtud, la cual permite ser utilizada para promover el bien común, más allá de la propia satisfacción personal.
O mejor en palabras breves, es la capacidad de entregar el conocimiento y las experiencias adquiridos a lo largo de nuestra vida a la persona o personas, en el momento indicado, en el tiempo justo u hora indicada.