Logia Propagadores de la Luz No.1
Es un método también de relación personal entre hombres libres que hacen de la Logia un Centro de Unión entre personas de diferentes edades, biografías, horizontes espirituales, ideológicos y filosóficos.
Este Método se ha creado, reelaborado y conservado mediante una tradición iniciática que se transmite de generación en generación. La comprensión de ese método supone la adquisición y la interiorización de una serie de conocimientos que hemos de ir incorporando gradualmente a nuestra práctica masónica en el seno de la Logia.
La pureza de la transmisión del método ritual exige la lealtad de cada masón para con la integridad y la riqueza del “thesaurus” (derivado del neo latín que significa tesoro, se refiere al listado de palabras empleados para representar conceptos) masónico recibido, es decir: los mitos, símbolos, rituales, costumbres, y las virtudes morales e intelectuales veneradas tradicionalmente entre masones.
La forma bajo la cual ese “thesaurus” se transmite de una generación a otra, depende de la modernidad de la transmisión. Desde los orígenes de la Orden, esta forma ha variado según cambiaban los estilos del “discurso intelectual” de cada momento: ideas, conceptos, corrientes de pensamiento, tipos de cultura profana, lenguaje, vocabulario. Hoy este discurso es el que corresponde a “este tiempo”, por cuanto que es el lenguaje de hoy en el que nos podemos entender los hombres y mujeres de hoy, “el espíritu permanece, pero la letra cambia sin traicionar al espíritu”.
La transmisión masónica asegura su autenticidad y su secreto precisamente descansando en la oralidad como medio de comunicación personal por excelencia y como garantía del contacto humano. La palabra, pautada por el Rito, dicha de H:. a H:., tiene una fuerza y un calor que multiplica su eficacia comunicativa, dando a la transmisión masónica la intensidad que le corresponde, no sólo como adquisición de conocimiento sino como incorporación a una Tradición, a una cadena de HH:. de la que formamos parte como un eslabón más.
No podemos olvidar tampoco que se ha ido produciendo un importante trabajo escrito desde 1721 hasta nuestros días, desde las Constituciones de Anderson, el Discurso de Ramsey, René Guenón (representante de la masonería metafísica y tradicionalista), Paul Nudon, Oswald Wirth, Paul Beresniak, Giuliano di Bernardo, Claude Saliceti, Espinar Lafuente, Roger Levedére (Ex Gr:. Maest:. de la Gr:. Log:. Simbólica Española)… Es preciso insistir en que el corazón, el núcleo, la médula de la tradición masónica es la transmisión oral, directa, de persona a persona.
No se puede transmitir el método masónico a distancia, y ello porque el conocimiento masónico no es sólo un conocimiento intelectual sino una vivencia. Sólo la participación en el Rito tiene la profundidad comunicativa que permite hacer masonería. Sin esa profundidad no hay trabajo masónico.