“En este periodo, con las herramientas propias del ejercicio y en busca de un lenguaje personal para manifestar y plasmar, su actividad se concentra en la pintura y la escultura, apoyado por el estudio profundo de los Clásicos, influenciado por la vitalidad de los artistas Barrocos y la versatilidad conceptual del arte Contemporáneo”.
Posteriormente, un 28 de febrero de 1994, los elementos plásticos que se encontraban en un punto de madurez, se enriquecerían por una maravillosa simbología, cargada de la fuerza telúrica de su Iniciación en los Augustos Misterios de la Masonería.
Ese día ingresa a la Resp:. Log:. Amistad No. 19, en donde ocupa su puesto en el Oriente, como símbolo de alborozo por el ingreso de un excelente Masón que vendría a transformar y enriquecer el arte y la cultura en el país y por supuesto en la Masonería.
En su Logia Madre luego de ocupar todos las Dignidades y Oficialías, es elegido en dos oportunidades V:.M:. ejerciendo el cargo con gran responsabilidad.
Quien no conoce al maestro Hernando Sánchez Martínez, Masón desde hace 18 años, autor de grandes obras de la escultura y la pintura a nivel nacional e internacional, se lo imaginaria una persona entrada en años, de pelo cano y encerrado en su arte, pero no, es todo lo contrario, es una persona abierta, jovial, alegre y dinámica, ataviado normalmente con boina, como León de Greiff, anteojos redondos, como John Lennon y gabán estilo Truman Capote, vestuario característico de la gente que vive en el mundo de las bellas artes, este Q:.H:. se ha convertido en un verdadero icono del arte Masónico.
El artista manifiesta: “La realidad es que toda obra de un artista, es un testimonio. Testimonio de su personalidad particular, en primer término y en seguida del espíritu de la época; Al ser testigo, sé es el filtro que puede reconstruir el pensamiento de una sociedad. Por otra parte, como pensador de la imaginación, se compromete a depurar la fantasía con cierto equilibrio racional y soportar pasionalmente las embestidas contundentes de los contrastes de la luz sobre las poderosas tensiones de las formas…”.
Este librepensador de la imaginación, como se le denomina en el entorno artístico, luego de asimilar gran parte de las enseñanzas iniciáticas y filosóficas, como escultor y pintor, ha plasmado diferentes aspectos y personajes de la Cultura Masónica, en efecto ha creado obras muy representativas y perennes para la Orden.
Bastaría recordar la escultura del “Pensador” que adorna el paseo de los Masones en nuestra sede, el oleo de Simón Bolívar cabalgando, que engalana la Sala de la Casa Koop, los bustos de Francisco de Paula Santander y Tomás Cipriano de Mosquera, El escudo de la Gran Logia de Colombia, los símbolos de la Escuadra y el Compás que otean la entrada de nuestra sede en Bogotá y su último oleo sobre el retrato idealizado del General Santander, que se exhibe para la venta en la Tienda “El Egregor”.
Se podría decir, que el anterior esbozo del umbral al universo creador de un artista, es el resumen de una vida consagrada al quehacer cultural. Todo ser humano nace con una misión específica en este mundo, el problema es descifrarla.
En el mundo exterior, al igual que en la Orden ha demostrado ser un incansable trabajador, pues ha realizado más de cincuenta (50) exposiciones colectivas, veinticinco (25) Individuales, creación de monumentos a nivel Nacional e Internacional, que le han llevado a ser objeto de grandes reconocimientos.
Finalmente el artista manifiesta: “Siempre seré un aprendiz, que todo el tiempo trata de descubrir... ¿Qué universo fascinante podré develar con el mazo y el cincel?…" y termina recordando la siguiente frase de Voltaire: “EL SECRETO DE SER ABURRIDO, ES REVELARLO TODO”. Hernando Sánchez Martínez. “Amistad No. 19”