MM “Resp:. Log:. Constructores de la Armonía No. 11
Hoy día, la moral, la ética, las buenas costumbres, la virtud el respeto por los derechos humanos están siendo sustituidos por la inmoralidad, la ambición, la corrupción, la hipocresía, el vicio, el dinero rápido y por el crimen en todas sus formas.
Es menester entonces en nuestra condición de obreros del pensamiento y la razón, conformar una brigada en defensa del derecho, la bondad, las buenas costumbres, la tolerancia, la generosidad del saber, del honor y la virtud con el objeto de poder dejarle a nuestros hijos y a las generaciones por venir, un futuro que les sea digno y decoroso.
Pero esto solo lo lograremos cuando entendamos que el cambio primero debe darse en nosotros mismos, en nuestra labor de pulir la piedra bruta, luego en nuestro Tall:., haciendo de él un verdadero oasis de comprensión fraternal de confianza, de afecto, de consideración, de respeto y de ayuda mutua para luego llevar esa vivencia que constituye el mensaje masónico a nuestras familias, a nuestros amigos, a nuestro compañeros de trabajo, a nuestros vecinos, convirtiéndonos en factores multiplicadores que hagan posible el sueño de la Masonería, el cual consiste como lo indicamos inicialmente, en darle un giro de 180º al mundo en que vivimos, haciendo que los hombres sean más reverentes con la libertad, más justos en el ejercicio del poder y más humanos en la práctica de la sabiduría.
De esta manera y solo así habremos de construir LA ARMONIA que tanto anhelamos convirtiéndonos cada día en mejores padres, hijos, hermanos, ciudadanos profesionales, funcionarios, en dos palabras… Mejores Masones.
Por ello QQ:.HH:. “MxM” Masones por la Masonería” os concita desde esta tribuna a laborar arduamente como lo que somos y no como lo que parecemos, como verdaderos Masones y aunque este trabajo sea duro y dispendioso, será un trago amargo pero muy ennoblecedor que nos llenará de grandes y profundas satisfacciones.
Os recordamos además que debemos actuar de inmediato, pues no tendremos otra oportunidad para hacerlo, comoquiera que la vida es una sola y la historia no nos perdonará si somos inferiores a nuestra condición de hombres libres y de buenas costumbres que bajo juramento buscamos el engrandecimiento moral de la humanidad