El CERN, situado cerca de Ginebra, indicó que las mediciones que realizó durante tres años mostraron que los neutrinos lanzados a un receptor en Gran Sasso (Italia) fueron 60 nanosegundos más rápidos que la luz, una diferencia mínima que, sin embargo, podría socavar la teoría de la relatividad diseñada en 1905 por Albert Einstein, que asegura que nada puede viajar más rápido que la luz (a 300.000 kilómetros por segundo), porque su masa sería imposiblemente infinita.
Según Antonio Ereditato, portavoz del equipo que realizó la investigación publicada en High Energy Phisycs de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), existe la confianza de haber medido de manera correcta la velocidad y de haber excluido cualquier posibilidad de que la interferencia de un artefacto exterior alterara los resultados del experimento con los neutrinos (también conocidos como partículas fantasmas porque atraviesan la materia y los cuerpos pasando desapercibidos). Jenny Thomas, que trabaja con neutrinos en el cordial competidor del CERN, el Fermilab de Chicago (EE. UU.), comentó: "El impacto de esta medición, si fuera correcta, sería enorme, pero todavía está por verse". El propio director de investigación del CERN, Sergio Bertolucci, dijo que si los hallazgos se confirman "podría cambiar nuestra visión de la física". Según él, "cuando un experimento encuentra un resultado aparentemente increíble es normal invitar a un escrutinio más amplio, se trata de una buena práctica científica". Entre tanto, Jeff Forshaw, profesor de física de partículas en la universidad británica de Manchester, señaló que, de confirmarse, los resultados supondrían que en teoría es posible enviar información al pasado. "En otras palabras, viajar en el tiempo sería posible (...) aunque eso no significa que vayamos a construir máquinas del tiempo a corto plazo", indicó.
Partículas fantasmas
El equipo, que trabaja en un experimento llamado OPERA, lanzó neutrinos desde el CERN a Gran Sasso, situado a 730 kilómetros, al sur de Roma. Durante tres años, y en 15.000 'sucesos' de neutrinos, un enorme detector en el centro italiano, situado en un profundo laboratorio bajo las montañas, registró lo que el portavoz de OPERA, Antonio Ereditato, describió como 'desconcertantes' hallazgos. "Mi sueño ahora es que otros colegas descubran que estamos en lo cierto", añadió. La teoría de Einstein ha sido probada miles de veces en los últimos 106 años y sólo hace poco se han ofrecido ligeras insinuaciones sobre que el comportamiento de algunas partículas elementales podría no encajar con ella.
Estos indicios se detectaron el año pasado en el experimento MINOS del Fermilab con neutrinos, que a diferencia de los de OPERA se consideraron dentro de un margen de error normal.