Miembro Resp:. Log:. Galileo Galilei No.23
El abuso de poder y la degradación, son las premisas aplicables al fenómeno social que ha tocado a todas y cada una de nuestras Instituciones, la corrupción. Bastaría con mencionar sin distinción alguna, el sector político, empresarial, religioso y deportivo. La corrupción en nuestro país, es el pan de cada día, de manera permanente se informa a la comunidad de los escándalos a nivel Nacional, Departamental, Distrital, y últimamente en el sector penitenciario. |
Esta enfermedad, es un fenómeno que evoluciona y se transforma según las necesidades, tiene la virtud como todo aspecto delincuencial de mutar e ir a la vanguardia para alcanzar sus fines, pues para sus beneficiarios, todos los medios son válidos con tal de alcanzar sus objetivos.
La actitud cómplice y alcahueta de la sociedad, nos hace a todos responsables de su crecimiento y desarrollo, no tomamos ninguna posición para combatirla, al contrario, todos nos convertimos en sus admiradores de los beneficiarios de ella, pues nuestro único Dios es el dinero.
La corrupción, es algo tan tremendo, que ha llevado a nuestro país a un punto de quiebre de carácter moral y económico irreversible, que si no se frena, inexorablemente lo llevará a hacerlo un país no viable, porque esta (la corrupción), se manifiesta en la falta de respeto por los demás, por la justicia, e incluso hasta por la misma vida, lo que trae un inmenso grado de impunidad galopante que genera desconfianza de los ciudadanos frente a las Instituciones y al Estado en general, que podría degenerar en el surgimiento de otro fenómeno más grave y peligroso como la justicia privada.
La desconfianza en nuestro ordenamiento jurídico, económico y político, trae la apatía, el abstencionismo, pues se ve al funcionario público como un enemigo de los intereses generales y más bien como un defensor de los intereses personales, familiares, y políticos. Es increíble pero la corrupción causa más perjuicios y pérdidas a la sociedad en el campo moral y económico que cualquiera de los otros graves problemas que tenemos en nuestro país, como el narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares.
La corrupción es un fenómeno más grande que el narcotráfico la guerrilla y el paramilitarismo juntos y está en todas partes.
Este escrito tiene como fin, hacer un llamado a todos los QQ:. HH:. y a la sociedad en general, para que nos convirtamos no solo en críticos de la corrupción, sino en agentes de solución a través de la práctica de nuestros principios e ideales, que denunciemos, que no nos dediquemos a ver la paja en ojo ajeno, sin observar la viga en el nuestro, invito a todos ustedes, QQ:. HH:., amigos lectores, a cumplir algunos principios básicos a saber:
1.- La honestidad es un valor o cualidad propia de los Masones que tiene una estrecha relación con los principios de verdad, justicia e integridad moral.
2.- Buscar la igualdad en todos los sentidos y muy especialmente en el de las oportunidades, con ella, daremos espacio a nuevos miembros de nuestra comunidad y sociedad, con capacidad y deseos de superación y especialmente libres del germen de la corrupción y del compromiso facilista.
3.- La pedagogía de nuestros principios debe empezar en su aplicación y crecimiento desde nuestros hogares y de allí a toda nuestra familia, para llegar a un verdadero alcance en toda la comunidad, debemos ser un factor multiplicador de los principios y la moral Masónica.
4.- Nosotros los Masones, debemos tomar una actitud fiscalizadora y velar por el beneficio de nuestra Orden y no por los intereses personales o grupistas.
5.- Además debemos ser críticos, señalando la falla o el error y proponiendo soluciones, sin quedarnos en la actitud de criticar por criticar.
En la medida que alcancemos estas observaciones, lograremos no solo pulir la piedra bruta que existe en el interior de cada uno de nosotros, sino que obtendremos el bienestar de nuestra comunidad. Por ello una fraterna invitación QQ:. HH:. , para que tomemos una actitud activa y despertemos del letargo en que nos encontramos, frente a la corrupción.