Ya te debes estar preguntando qué tiene que ver la Física Cuántica con el éxito, la abundancia, la riqueza y la felicidad. Pues bien. Es mejor que lo creas, ¡porque tiene todo para estar relacionada! La Física Cuántica comienza a explicar cómo sucede todo en tu mundo. Tú estás capacitado para manipular directamente todo tu mundo físico, pero puede ser que no te des cuenta de ello. Tu falta de conciencia acerca de cómo la materia física se manifiesta y el papel que tu juegas en este proceso, hace que tu vida aparezca como un evento que está fuera de tu control. A ti te puede parecer que eres víctima de las circunstancias, cuando en realidad tú eres la causa de esas circunstancias, independientemente del hecho de que tú puedas estar experimentando el éxito o la carencia de este. |
Esto es ¡por fin! la forma en que la ciencia se está poniendo al día con la espiritualidad y el sentido común ¡y al mismo tiempo lo está explicando!
Uno de los beneficios de entender los conceptos básicos de la Física Cuántica (y solamente lo básico es lo que necesitas entender) es poder ver finalmente en forma clara, entre otras cosas, cómo funcionan nociones tan fuertes como la fe (en ti mismo) y el pensamiento correcto.
El ver y entender este conocimiento te permite tener confianza total, eliminar dudas, crear tu realidad consciente, bella y poderosa. Y de muchas maneras volverte más poderoso.
La Física Cuántica te muestra también cómo estamos todos conectados. Cómo somos todos. Un solo ser, que perpetúa la ilusión de seres individuales separados.
También te da un atisbo de cómo interactúan y se conectan la materia con el espíritu y la mente con la materia. Cómo sucede en realidad la creación y cómo somos co-creadores con Dios.
Pues bien. La Física Cuántica, es el estudio de los bloques básicos en los que está construido el Universo. Por ejemplo, tu cuerpo está constituido por células. Las células a su vez, están hechas de moléculas, la cuales están compuestas por átomos, que a su vez están hechos de partículas subatómicas, tales como los electrones.
Este es el mundo de la Física Cuántica. Todo está hecho de “grandes grupos” de partículas subatómicas. Tu cuerpo, un árbol, los pensamientos, un vehículo, un planeta, la luz y todo lo demás son “concentraciones” de energía. Todos ellos son grandes conjuntos de aproximadamente las mismas partículas subatómicas.
La única diferencia está en la manera en que estas partículas se agrupan en bloques cada vez mayores. La clave para re-crearte a ti mismo y al mundo que te rodea es saber cómo funcionan. Mientras que los átomos y grandes partículas son objetos, o cosas, las partículas subatómicas no son objetos de ese tipo. Son “probabilidades” de existencia y al mismo tiempo “existencias múltiples”.
También son ondas y partículas al mismo tiempo. Los físicos también descubrieron que las “partículas” cuánticas toman decisiones. Están propulsadas por la inteligencia. No sólo eso, también saben, instantáneamente, qué decisiones han tomado las otras partículas ¡en cualquier parte del universo.
Entonces, ¿Cuál es la inteligencia que las propulsa? Es la Mente de la Fuente, El G:.A:.D:.U:., todo lo que Es, constituida proporcionalmente de tu propia mente “individual” y así como también de las mentes ”individuales” del resto del universo, dependiendo del tema, materia, visión y fuerza de voluntad.
Debido a que tú eres parte de ese universo, esa propagación, como un rizo, te vuelve a ti dándote un toque de una esencia similar. Causas un cambio en el campo de energía que te rodea y éste se propaga tocando todo y por supuesto como reacción ¡todo te vuelve a ti multiplicado!
Esas ondas siguen para siempre y también se chocan con otras localizaciones de energía, causan cambios en ellas, éstas reaccionan, por así decirlo, envían sus propias ondas y estas ondas rebotadas te llegan a ti, te cambian y tú reaccionas y esta increíble danza sigue para siempre. Esta es la forma en que, científicamente, funciona la ley de causa y efecto y lo hace de manera multiplicativa.
Esto sucede a nivel de energía y a nivel espiritual. En ambos casos, el mejoramiento de un individuo en el sistema causa un mejoramiento de todo el sistema y un mejoramiento de todo el sistema causa un mejoramiento en el individuo. La inversa también es cierta. Recuerda que esto va totalmente relacionado con el dar y recibir del cual ya hablamos antes.
Como conclusión, resulta evidente que la construcción de nuestro templo interior depende de nuestra propia decisión de crecer en armonía con el universo, que es precisamente uno de los objetivos del mundo masónico al cual pertenecemos.