Las personas hoy día buscan afanosamente en que invertir sus capitales, si se nos preguntara acerca de la mejor inversión, sin duda un buen masón respondería que lo ideal sería invertir en la adquisición de nuevos conocimientos. Y es que a través de la historia el tema del conocimiento ha sido fundamental para el desarrollo de la humanidad, bastaría recordar grandes maestros que dedicaron su vida a difundir el conocimiento, con miras a liberar a la humanidad, de esa esclavitud mental en la que a veces se quiere mantener, convendría recordar por ejemplo a Sócrates, Platón, Galileo, Newton y en fin otros grandes maestros que han revolucionado este planeta, imprimiendo cambios y sabiduría en las nuevas generaciones, de manera generosa, altruista y espontánea, es decir sin esperar o recibir nada a cambio, únicamente como tesoro el poder sentirse satisfechos por el aprendizaje recibido de parte de sus discípulos. |
Desde este umbral histórico se evidencia que el conocimiento ha sido fuente del poder pero también fuente de envidias y de manipulaciones para evitar que llegue con toda su plenitud a las ávidas personas que lo buscan. Bastaría remembrar como en épocas inquisitorias la iglesia católica se apropio del conocimiento argumentando que era un mandato divino, impidiendo a toda costa que se expandiera (siglo del oscurantismo). Hoy afortunadamente comprendemos que la única religión aceptable para el hombre es aquella que nos enseña a conocer, transmitir y a servir apasionadamente en beneficio y amor a la humanidad.
La masonería como forma de vida, permite igualmente la liberación mental en busca de nuestra verdad, a través del conocimiento guiándonos a conocernos primero interiormente e invitándonos a liberarnos de algunos yugos mentales que adquirimos desde la niñez, conduciéndonos espiritualmente a los diferentes grados de conciencia que nos llevan a ser mejores personas.
Hoy día, gracias a la tecnología se pueden aprender cosas preciosas, sobre todo lo inimaginable, convirtiéndose esta en una poderosa herramienta para formarse sobre la naturaleza del conocimiento. Pero lo importante de esto es la necesidad apremiante de una especie de trasmutación y transmisión de la inteligencia a través del conocimiento.
Por ello la invitación a todos los masones, para que nos convirtamos en este mundo que avanza vertiginosamente en Maestros y que entreguemos por nuestro paso el valioso tesoro del saber, porque el conocimiento es una filosofía de progreso y trabajando en conjunto todo puede ser posible.
No podemos olvidar que somos constructores por excelencia y debemos construir nuestro camino a través del conocimiento y su transmisión.
Comprometámonos a ser verdaderas espigas que salen de su tallo para expandirse por el mundo, llevando consigo la sabiduría y los principios que representan la masonería universal, difundiéndolos en nuestro hogar, en nuestras familias, en el trabajo, en las industrias, en la academia, en la universidad, en la política, en el campo y en fin en todo momento y lugar donde traseguemos.
Sea esta la oportunidad para agradecer y reconocer a los verdaderos maestros de nuestra institución, a aquellas personas que sin nombrarlos merecen toda nuestra atención por llevar y trasmitir sus enseñanzas a los aprendices, compañeros y maestros, cada ocho días en los Talleres de manera desinteresada y generosa, a todos ellos muchas gracias maestros queridos por su entrega, traspaso y apuesta para que la masonería sea una realidad.
Es válido recordar la frase célebre de Chesterton “La idea que no trata de convertirse en palabra, es una mala idea, y la palabra que no trata de convertirse en acción es una mala palabra”