El Gran reto Masónico de nuestro tiempo es aprender a diferenciar el país que queremos del país que tenemos y la Institución que tenemos, de la Institución que queremos para nuestro tiempo y para nuestras expectativas masónicas de la sociedad actual.
El gran valor de la Orden desde su lejano origen es ser renovadora y formadora de valores intelectuales, éticos y morales con vocación transformadora, por eso los grandes pensadores y filósofos griegos, afines a nuestros postulados, influyeron e influyen en el devenir del mundo y nuestros antepasados maestros masones, participaron activamente, en la Ilustración, el Renacimiento, la Revolución Francesa, la Americana y la Latinoamericana, entre otros acontecimientos relevantes que perfilaron nuestras repúblicas, el sistema democrático actual, las libertades y los Derechos del Hombre hoy reconocidos como Derechos Humanos.
El reto de hoy no es reproducir el pasado ni vivir de sus glorias, es avanzar, pensar, reflexionar, actuar dentro de esos postulados con las nuevas formulaciones y contextos dentro y al exterior de las logias, mediante una acción masónica renovada y constante que corresponda a la era que nos ha tocado vivir y que nos impone el deber de despertar y movernos con dirección del futuro.