Uno de los derechos fundamentales de rango Constitucional, que garantiza a cualquier democracia y por ende a cualquier institución su trasparencia, es el derecho a la información, derecho que va más allá de la libertad de expresión y que incluye la facultad de investigar, de informar y recibir información adecuada, veraz e imparcial y en el momento oportuno, por cualquier medio de divulgación. |
Infortunadamente los canales de comunicación de la Gran Logia frente a la comunidad masónica se encuentran desde hace tiempo maltrechos y requieren una reestructuración urgente que reactive esos lasos de comunicación que deben existir entre los masones.
Es común escuchar a muchos Delegados ante la Gran Logia e incluso a algunos Ex Grandes Maestros que no les llegan las comunicaciones de citaciones a Grandes Tenidas, otros deben excusarse de asistir por la premura con que llegan las citaciones, por compromisos ya adquiridos, con toda la razón. Por ello nos hemos dado a la tarea de reproducir o replicar dichas comunicaciones en ejerció del principio de publicidad. Lo cierto es que, en general los Delegados y los masones, no tenemos conocimiento de los acontecimientos y menos por supuesto de las negociaciones que adelanta la administración de turno, enterándonos a veces, una vez se concretan o se han realizado, recordemos el contrato de carnetización y la compra de la Casa de Medellín, sin entrar a discutir si se trataron de buenos o malos negocios, simplemente no hubo información y menos un control previo por parte de la Gran Logia para llevar a cabo dichas transacciones. Y qué decir del lote entregado como dación en pago por un taller, el proceso laboral, las logias que suscribieron acuerdos de pago y no los han cumplido etc. etc. etc. Algunos dirán que nuestras normas no obligan al gobierno de turno a pedir permiso para realizar esa clase de gestiones y por ende son autónomos, pero nos preguntamos ¿dónde están los organismos de control? ¿Dónde está la información?
Indudablemente nuestra legislación masónica necesita un organismo de control efectivo, ojalá previo, un órgano independiente , diferente al Gran Orador o al Revisor Fiscal, que puede recaer en el Consejo de VV:. MM:., y al que corresponda autorizar los viajes oficiales del Gran Maestro y a quien deba rendírsele informes, un órgano que autorice negociaciones que sobrepasen ciertos montos, entre otros y que ante la falta de información sea, el que dé a conocer a cada uno de los talleres lo que sucede en nuestra Institución, en fin un organismo consultivo, pero ante todo ejecutivo que tenga participación activa en los destinos filosóficos y espirituales, pero también patrimoniales y comunicacionales de nuestra institución.
No podemos seguir vendados ante los hechos que suceden a nuestro alrededor, por falta de información, no podemos concebir que personas extrañas a nuestra Orden tengan conocimiento primero que nosotros de disposiciones de esta administración y que competen a toda la membresía, en efecto algunos HH:. nos informan que en redes sociales como Facebook ya circulan proyectos (planos, imágenes, datos) sobre la construcción de una torre en los predios de la Gran Logia, sin que sepamos qué es lo que realmente está sucediendo.
No sabemos si es una propuesta, un acuerdo, un preacuerdo, una carta de intención, una licitación y mucho menos qué nos pueda corresponder. Ya lo habíamos advertido en ediciones pasadas, es algo muy preocupante máxime cuando sólo faltan tres meses para que esta administración entregue el mando. Esta decisión tan trascendente para la comunidad por elegancia Iuris correspondería tomarla al próximo Gran Maestro, en Gran Tenida, determinación esta, que debe estar rodeada de todas las garantías no solamente para la comunidad masónica sino para los interesados en el proyecto. Estos temas nos conllevan a reflexionar acerca del sentido de pertenencia que debemos tener sobre nuestra institución, nuestro patrimonio y especialmente a recapacitar sobre la importancia de estar bien informados.