Comparto una anécdota contada por el teólogo brasileño Leonardo Boff sobre un breve diálogo que tuvo con el Dalai Lama. En el intervalo de una mesa redonda sobre religión y paz entre los pueblos en la cual ambos (el Dalai Lama y yo) participábamos, yo, maliciosamente, pero también con interés teológico, le pregunté en mi inglés defectuoso: |
Para salir de la perplejidad delante de tan sabia respuesta, pregunté: - ¿Qué es lo que me hace mejor?"… El respondió:
"Aquello que te hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético. La religión que consiga hacer eso de ti es la mejor religión."
Callé, maravillado, y hasta los días de hoy estoy rumiando su respuesta sabia e irrefutable...! No interesa amigo, tu religión o sí tienes o no tienes religión. Lo que realmente importa es tu conducta delante de tu semejante, de tu familia, de tu trabajo, de tu comunidad, delante del mundo...
Recordemos: "El Universo es el eco de nuestras acciones y nuestros pensamientos". La Ley de Acción y Reacción (o de la causa y efecto) no es exclusiva de la Física. Es también de las relaciones humanas. Si yo actúo con el bien, recibiré el bien. Si actúo con el mal, recibiré el mal. Aquello que nuestros abuelos nos dijeron es la más pura verdad: "tendrás siempre el doble de aquello que deseares a los otros". Ser feliz no es cuestión de destino. Es cuestión de elección: Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras.
-Cuida tus palabras porque se volverán actos.
-Cuida tus actos porque se harán costumbres.
-Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter.
-Cuida tu carácter porque formará tu destino. Y tu destino será tu vida. No hay religión más elevada que la Vida.