Art. Aportado por el V:. H:. Hugo Melo Gómez. “Resp:. Log:. Propagadores de la Luz No. 1 y Gran Comendador”
Yo no quiero dejarte prisionero de una organización que primero te inyecta el veneno del complejo de culpa, para decirte después que el único antídoto lo tienen ellos. No quiero que te inculquen una moral tan artera que considera más peligrosos una teta que una pistola o un artilugio capaz de arrasar una ciudad entera. |
Yo no quiero unos hombres que viven solos, para quienes la justicia social es envidia, el impulso natural, lascivia y la libertad, pecado, pretendan dirigir tu cama y te digan lo que es familia.
No quiero verte expiar sus culpas, perdido en sus turbas, sin razón ni corazón; tan pendiente de los santos que no veas que todos los demás somos tantos. No quiero que te cambien un beso por un paraíso, ni un abrazo por un latigazo, ni que te sustituyan la solidaridad por la caridad.
Yo no quiero para ti ni su cielo, ni su infierno eternos, no quiero su bálsamo del no pensar, el bálsamo del perdón por nada, la cadena del complejo de culpa o el látigo del castigo divino. No quiero que compres almas por un plato de lentejas, ni que vistas a los desnudos a cambio de reemplazar al Dios al que rezan.
Para ti hijo mío, quiero paz de verdad, paz de humano, paz de hermano, amor de verdad, amor de humano, amor de hermano, esperanza de verdad, esperanza de humano, esperanza de hermano; para ti quiero todas las manos, toda la paz, todas las esperanzas y todo el amor, porque para ti deseo que todos los seres humanos sean tus hermanos, sin distinción de raza ni sexo. Para ti quiero la plenitud de ser humano, hermano, entero y sin miedos.